Algún día, cuando se quemen todos los teatros, se encontrarán en los sofás, detrás de los espejos y dentro de las copas de cartón dorado, la reunión de nuestros muertos encerrados allí por el público.
¡Hay que destruir el teatro o vivir el teatro!
¡Qué tajante! Curioso a la par que constructivo. Excelente entrada. A ver si te da por poner más cosas...
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